Recuerdo claramente la primera vez que puse los pies en Cantabria. Fue como si hubiera entrado en un paraíso natural que superaba todas mis expectativas. Desde ese momento, supe que este lugar iba a ser uno de mis destinos favoritos para el turismo.
Cantabria es una región situada en el norte de España, bañada por el Mar Cantábrico y rodeada de majestuosas montañas. Cada vez que visito esta tierra, me sorprende la belleza de su entorno. Los verdes valles, los ríos cristalinos y los acantilados impresionantes crean un paisaje de ensueño que me deja sin aliento.
Una de las primeras paradas obligadas en Cantabria es su capital, Santander. Con su encanto costero y su elegante arquitectura, esta ciudad me cautiva una y otra vez. Pasear por su Paseo Pereda, con vistas al puerto, es simplemente mágico. Además, la Playa del Sardinero es perfecta para relajarse y disfrutar del sol y el mar.
Parque Nacional de los Picos de Europa
Pero Cantabria no se limita solo a su capital. Hay tantos lugares fascinantes por descubrir. Uno de mis favoritos es el Parque Nacional de los Picos de Europa. Aquí, me siento pequeño ante la imponente grandeza de las montañas. Hacer senderismo por sus senderos bien señalizados es una experiencia inigualable. Y cuando alcanzo la cima, la vista panorámica de los valles y los picos nevados me deja sin palabras.
La gastronomía cántabra también merece un lugar destacado en mi corazón. Los pescados y mariscos frescos son una delicia para el paladar. No puedo resistirme a probar el delicioso bonito a la plancha o las rabas, calamares fritos típicos de la región. Y, por supuesto, siempre acompaño mis comidas con un vaso de sidra, una bebida tradicional que no puede faltar.
Altamira
No puedo hablar de Cantabria sin mencionar sus cuevas prehistóricas. La cueva de Altamira es famosa en todo el mundo por sus pinturas rupestres, declaradas Patrimonio de la Humanidad. Aunque no se puede acceder a la cueva original, la réplica en el Museo de Altamira es excepcional y te transporta a tiempos remotos.
Cantabria es un destino que lo tiene todo: naturaleza deslumbrante, historia milenaria, cultura vibrante y exquisita gastronomía. Cada vez que vuelvo, me siento afortunado de poder sumergirme en su encanto. Cantabria me ha conquistado con su belleza y su calidez, y siempre espero volver para seguir explorando todo lo que esta región mágica tiene para ofrecer.