Ruta de los Molinos de Alcalá de Guadaíra

Ruta de los Molinos de Alcalá de Guadaíra

Alcalá de Guadaíra ha sido conocida durante mucho tiempo como una ciudad dedicada a la producción artesanal de productos de panadería. Y, aunque hoy en día esa actividad ya no es predominante en la zona, aún podemos recordarla realizando la ruta de los Molinos de Agua de Alcalá de Guadaíra, un recorrido de 11 kms por el margen del río Guadaíra, de molino en molino.

La ruta de los Molinos de Alcalá de Guadaíra es sencilla, accesible para todo tipo de público, perfecta para ser realizada en familia. De hecho, se trata de una ruta que recorren tanto aficionados al senderismo como simples paseantes, ya que es muy agradable y fresca por la proximidad del agua, y su trazado casi urbano la hace muy cómoda.

Aparcamiento e inicio de la ruta de los Molinos de Alcalá de Guadaíra.

Cuando hablamos de ruta de los Molinos, en la Comunidad Valenciana, tenemos muchas rutas alucinantes. Yo he tenido la suerte de poder disfrutar del Camino Natural Ruta de los molinos de agua en Lucena del Cid (Castellón). en Valencia, la ruta de los molinos de Alborache, es un recorrido muy conocido. En Alicante, hay un recorrido muy corto, pero que es una auténtica maravilla y tiene nombre propio, es la ruta de los molinos de Banyeres de Mariola.

Alcalá de Guadaíra

Alcalá de Guadaíra, donde se encuentra la Ruta de los Molinos de Agua, es una ciudad de 65.000 habitantes situada a solo 16 kilómetros de la capital, Sevilla.

Lo más interesante que podéis ver en Alcalá de Guadaíra es su castillo árabe. El cerro dónde se alza, llamado consecuentemente Cerro del Castillo, contiene evidencias de haber estado poblado desde mucho antes de la época romana y ha sido hasta casi la actualidad el centro de la vida de Alcalá de Guadaíra. En cuanto al castillo, lo que queda de él es una mezcla del edificio de época almohade y las posteriores reconstrucciones cristianas.

En el casco histórico de la localidad de Alcalá de Guadaíra también destacan varias edificaciones históricas entre ellas las iglesias de Santiago y San Sebastián, el convento de Santa Clara, el Hospital de San Juan de Dios, que ahora sirve como casa consistorial, y la Casa del Pósito.

Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra

Cómo llegar a Alcalá de Guadaíra

Al estar tan cerca de Sevilla, desplazarse hasta Alcalá es sumamente sencillo: Existe una línea que conecta Alcalá de Guadaíra y Sevilla, con una frecuencia de paso de 30 minutos, comodísima y que, además, efectúa varias paradas dentro del término municipal de Alcalá de Guadaíra.

También se puede llegar fácilmente a Alcalá de Guadaíra por carretera, siguiendo la A-92 hasta las afueras de Alcalá de Guadaíra y allí desviarse hacia la derecha por la A-8033, que nos acerca hasta el Parque de la Retama. Allí hay un aparcamiento en el que podéis dejar el vehículo.

Descripción de la ruta de los Molinos de Alcalá de Guadaíra

La Ruta de los Molinos, nos muestra los vestigios de la antigua Alcalá de Guadaíra, una ciudad que fue conocida durante mucho tiempo como “la Alcalá de los Panaderos” por sus numerosos molinos de grano y su panadería artesanal. Los Molinos se sitúan en el Parque de la Oromana, por lo que la ruta también es conocida como de la Oromana.

Cuando lleguemos a la parroquia de Santiago, tenemos que seguir por la derecha, por una calle empredada, hacia el castillo.

En Dirección al Molino del Realaje

Después de dejar estacionado nuestro coche, nos tenemos que dirigir hacia el Molino del Realaje, pero no tenemos que llegar hasta este molino, unos metros antes nos tenemos que desviar por la izquierda, siguiendo una barandilla de madera en dirección al Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra.

Pasamos por el Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra

Esta parte del recorrido es urbano, pero no por ello es menos interesante. Personalmente yo no lo cambiaría, la localidad de Alcalá de Guadaíra, tiene mucho que enseñar gracias a su historia tan importante en esta zona.

Muchos no lo entenderán y me criticarán por esto, pero tenéis que venir y verlo, el lugar merece que le deis una oportunidad, os puedo asegurar que no os va a defraudar.

Santuario de Nuestra señora del Águila.

Parroquia de Santiago

Cuando llegué a la parroquia de Santiago, no pude remediarlo, me paré para observar su fachada. Quizás no sea la más llamativa, ni la más impresionante, pero no sé el motivo por el cual, tuve la necesidad de disfrutar de sus modestos adornos arquitectónicos.

Según me he podido informar más tarde, en este edificio religioso, se encuentra la hermandad de la Divina Misericordia. Donde yo vivo, al igual que en muchos lugares, hay dos fiestas grandes, el Patrón y la Patrona. La Patrona de mi ciudad, es la Virgen de la Misericordia. Era lógico que me para en este lugar para observar esta parroquia.

Para continuar con nuestro recorrido por los molinos de Alcalá de Guadaíra, nos tenemos que desviar por la derecha. Una calle empedrada, en continuo ascenso y que gracias a los escalones, la subida se hace un poco más fácil.

Esta foto del castillo de Guadaíra, esta hecha desde el inicio de la ruta de los molinos.

Santuario de Nuestra Señora del Águila

Que puedo decir de este santuario de nuestra señora del Águila, sólo una cosa, mejor sitio no se podía elegir. Aunque cuesta un poco llegar hasta este lugar caminando. Cuando llegas hasta este y disfrutas de las vistas que hay de 360º, te das cuenta que el esfuerzo a merecido la pena.

Castillo de Alcalá de Guadaíra

El castillo de Alcalá de Guadaíra, se encuentra en el cerro del Castillo a pocos metros del santuario de nuestra señora del Águila. En este cerro se han encontrado restos arqueológicos de la Edad de Bronce.

Sin justificación, su población desaparece y no volvió a tomar vida hasta que llegaron los romanos. Se saben de su existencia entre otros, gracias a las piezas de cerámica y los muros que se han encontrado.

Para poder visitar el castillo, se ha de solicitar cita previa. Al no tener cita, yo tan sólo pase por su puerta y seguí mi camino en continuo descenso hacia el parque de San Francisco.

Puerta de entrada al parque de San Francisco. En este punto se inicia el contacto con el río Guadaíra.

Parque de San Francisco

Atravesamos el Parque de San Francisco. El origen de este parque fue la huerta del antiguo convento de San Francisco y aún hoy es un parque muy interesante, con una gran variedad botánica.

Se conserva en él el molino antiguamente regentado por los monjes, el Molino de las Eras o de San Francisco, seguramente del siglo XVII. Se trata de un molino de manantial, como el de la Tapada, y se conservan parte de las canalizaciones que llevaban el agua hasta él.

Los molinos de Alcalá de Guadaíra

Molino del Algarrobo

Molino del Algarrobo

Allí daremos con los dos primeros molinos de nuestra ruta, el Molino de la Tapada, un molino de arroyo con tres alturas y que conserva el escudo heráldico de su primer dueño, Fernando Afán de Rivera, duque de Alcalá, y el Molino del Algarrobo.

Este último es de los más complejos entre los que se conservan, y fue restaurado en 2003. Su torre es del siglo XV y se construyó cuando su propietario era el monasterio de San Jerónimo, en Sevilla. Es muy interesante la decoración de su fachada, con incisiones y espigados, más elaborada de lo que suele verse en este tipo de construcciones.

También dispone de una pequeña presa de derivación por la que se puede cruzar al otro lado del río Guadaíra, dónde están los restos casi desaparecidos del antiguo Molino de la Caja.

Tenemos que pasar por el lado izquierdo del polideportivo.

Polideportivo

Tras pasar por el Polideportivo, giramos hacia el sur siguiendo el río. Cerca del agua hay un paseo que llega a los siguientes molinos.

Molino de San Juan

El primero de ellos, el Molino de San Juan, perteneció a la Orden Militar de San Juan de Tocina, que lo recibió en pago por su participación en la conquista de la ciudad. Lo que se conserva actualmente es de época moderna, fruto de las reformas de los siglos XVII y XX.

Molino de San Juan.

Molino del Rabo de la Zorra

Giramos por la calle de San Juan, que reconoceréis por las ruinas que hay al principio y porque en realidad no es una calle sino una pista de tierra, y llegamos al Molino del Rabo de la Zorra, que está en un estado ruinoso.

Esas ruinas se relacionan con una leyenda que afirma que, en ese sitio, un monje llamado Gilberto, tras ayudar a un cristiano fugitivo perseguido por los arrianos, encontró un tesoro gracias a un mapa que este le dio. Este tesoro estaba protegido por una puerta que solo se podría abrir una vez, así que Gilberto cogió parte del oro y se fue.

Posteriormente, los arrianos capturaron al fugitivo, que les habló del tesoro, pero al intentar entrar la puerta, que querían abrir por segunda vez, se rompió, derrumbándose el edificio sobre ellos.

Molino de las Aceñas

Molino de las Aceñas

Luego bajamos nuevamente hasta el río atravesando los pinares por una pista bastante amplia, hasta llegar al Molino de las Aceñas, por cuya presa se puede volver a atravesar el río para regresar por la otra orilla en dirección a la ciudad.

Se trata de uno de los molinos más antiguos de la zona, probablemente de mediados del siglo XIII. Se conserva una gran nave rectangular y una torre cuadrada, todo ello encalado en blanco.

Cruzamos a la otra margen del río Guadaíra

Cruzaremos el río Guadaíra por encima de un muro de piedra. Si en los días anteriores ha llovido con fuerza o el río lleva mucha agua, quizás no se pueda cruzar por aquí. El siguiente molino que visitamos es el de la Oromana.

Molino de Benarosa

Molino de Benarosa

El Molino de Benarosa, cuyo nombre es de origen islámico (Banu Arusa), fue restaurado en 2009 y está compuesto por dos naves rectangulares y una pequeña torre, además de la antigua casa del molinero.

Un poco más arriba existen varios hoteles a los que se puede acceder subiendo unas escaleras y, aunque no forman parte de la ruta en un sentido estricto, merece la pena acercarse hasta allí para disfrutar de las vistas. Desde delante de los hoteles tendremos unas vistas fabulosas de los molinos que ya vimos de cerca antes.

Además, si tenemos ganas de hacer un alto, podemos tomarnos un café en el bar del Hotel Oromana, un edificio histórico, de 1929, construido para la Exposición Universal de Sevilla.

Molino de Oromana.

Molino de la Oromana

El Molino de la Oromana es más reciente, del siglo XVII, y tiene una torre que actualmente se usa como mirador.

Esas ruinas se relacionan con una leyenda que afirma que, en ese sitio, un monje llamado Gilberto, tras ayudar a un cristiano fugitivo perseguido por los arrianos, encontró un tesoro gracias a un mapa que este le dio. Este tesoro estaba protegido por una puerta que solo se podría abrir una vez, así que Gilberto cogió parte del oro y se fue.

Posteriormente, los arrianos capturaron al fugitivo, que les habló del tesoro, pero al intentar entrar la puerta, que querían abrir por segunda vez, se rompió, derrumbándose el edificio sobre ellos.

Parque de la Oromana y ermita de San Roque

Salimos del Parque de la Retama por la Avenida de Portugal y llegamos al puente de Carlos III, una construcción que se afirma que es originalmente de época romana, pero que debe su nombre a la restauración del siglo XVIII, bajo el reinado de ese monarca.

Desde allí, una ligera bajada lleva hasta otro parque, el de la Oromana, y una subida nos lleva a la Ermita de San Roque, en el conocido como Monte del Calvario.

Decidimos subir a la ermita, que no tiene mucho en especial, pero que conserva en su interior un par de tallas de época moderna con cierto interés y, después de disfrutar del pinar que la rodea y de las vistas, volvemos a bajar hasta el parque.

De este parque se sale por el supuesto puente romano y, tras cruzarlo, llegamos al Parque de la Retama, dónde termina nuestro recorrido.

Puente del Dragón.

Puente del Dragón

Para recorrerla, partimos del aparcamiento situado junto al Puente del Dragón, que fue construido en 2007 tras resultar su diseño, de Amador Sevilla, el ganador de un concurso de proyectos auspiciado por la Junta de Andalucía. La decisión se tomó por votación popular de los ciudadanos de Alcalá de Guadaíra.

Se trata de una pieza de arte figurativa que representa un dragón de cola puntiaguda cuya ondulación forma los arcos que sustentan la estructura. Toda la figura está recubierta de trencadís de cerámica fabricada de forma artesanal, con pigmentos minerales para darles color.

Desde el Puente, avanzamos por un camino que discurre en dirección sur por el margen izquierdo del Guadaíra y desde el que se puede ver el Cerro del Castillo y parte de las fortificaciones.

En él se pueden encontrar especies típicas de los bosques mediterráneos, como el olivo o la encina, pero también eucaliptos, de reciente introducción. Muchos habitantes de la localidad de Alcalá de Guadaíra y también los visitantes lo usan como área recreativa.

Molino de Vadalejos.

Molino de Vadalejos Bajo

Según hemos podido leer y no es que haya mucha información. El molino de Vadalejos fue descubierto cuando se estaban haciendo las obras de construcción del puente y el parque del Dragón.

Este edificio se restauró a la vez que la fuente de la Judía que se encuentra a pocos metros. Por lo visto el agua de esta fuente era la que movía las piedras del molino.

Molino de Realaje

Molino del Realaje

Y por último, pasamos por el Molino del Realaje, que se encuentra a pocos metros de donde hemos dejado estacionado nuestro coche.  El paseo por la ruta de los Molinos de Alcalá de Guadaíra os habrá llevado como mucho tres de horas, dejándoos tiempo para explorar el resto de la ciudad.

Qué ver cerca de Alcalá de Guadaíra