La belleza natural de Andorra: El 10 % de su territorio es Patrimonio Mundial de la UNESCO

En Andorra no solo encontrarás youtubers, sino también un país de una belleza natural apabullante. No en vano, una décima parte de este pequeño Estado es Patrimonio Mundial de la UNESCO. ¡Y no debes perdértelo! Por ejemplo, el valle del Madriu-Perafita ofrece una experiencia única para los amantes del senderismo y la naturaleza. Además, incluye rutas a caballo, escalada, pesca o esquí de montaña, entre otras opciones. ¿Pero qué es exactamente este lugar y por qué es tan importante?

El valle de Madriu-Perafita, un paisaje idílico de postal

En el año 2004, la UNESCO declaraba como Patrimonio de la Humanidad el valle de Madriu-Perafita. Situado al sudeste del Principado de Andorra, es una décima parte del territorio del país, con una extensión de más de 4000 hectáreas que ocupa las siguientes parroquias:

• Andorra la Vella;
• Escaldes-Engordany;
• Encamp; y
• Sant Julià de Lòria.

¿Y cómo acceder a él? Primero, con una eSIM para Andorra que te permita mantenerte conectado ante cualquier contratiempo. Segundo, hay varias vías, pero una de las más populares es la carretera de Engolasters.

De un extremo a otro ocupa 12 km repletos de experiencias de todo tipo para los viajeros. Si te gusta el montañismo, puedes subir al pico de la Portelleta, que está a casi 3 km de altura respecto al nivel del mar. Además, sus rutas de senderismo son ideales para hacer excursiones y contemplar animales y vegetales raros o en peligro de extinción, como, por ejemplo, el muflón común.

Una vez lleguemos al collado que está sobre los 2.500 de altitud, toca bajar.

La piedra seca, cabañas de pastores que son pura magia

Una de las características más destacadas del valle del Madriu-Perafita Claror son las cabañas de los pastores (piedra seca) que se han recuperado en los últimos tiempos para conservar una antigua tradición. Junto a ellas encontrarás viejos terrenos con muros donde antaño surgían huertos, bordas o zonas de pastoreo. Es una auténtica preciosidad y, aunque no se permite pasar la noche en ellas, sí que hay hasta 5 refugios en los que pernoctar tras un día de ruta bajo un cielo límpido y estrellado.

La ruta Coronallacs, una experiencia para los más exigentes

En el valle de Madriu-Perafita también encontrarás la ruta Coronallacs. De carácter circular y con más de 90 km de longitud, no es apta para cardíacos, pues su nivel de dificultad es alto. Dura 5 días aproximadamente, con inicio en la parroquia de Escaldes. Pero repetimos: está destinada a personas acostumbradas a este tipo de actividades y con gran resistencia.

A medida que se disfruta de ella, se puede ir pasando la noche en hasta 5 refugios:

• El refugio de l’Illa: está situado en el corazón de este fascinante paraje;
• El refugio del Juclar: como su propio nombre indica, está situado en el lago más grande del país, el Estany de Juclar;
• El refugio de Sorteny: este lo encontrarás en Ordino, en el Parque Natural de Sorteny. Es un lugar muy interesante por sí mismo, ya que presenta el estatus de Reserva de la Biosfera desde el año 2020;
• El refugio del Comapedrosa: forma parte de la ascensión al pico más alto de la zona y que ya hemos mencionado anteriormente, el pico de la Portelleta.

De este lugar en la ruta de senderismo en el valle de Ransol, yo no me hubiera marchado.

¿Y qué otras actividades ofrece el valle de Madriu-Perafita?

Además de lo ya descrito, así como actividades de caza y pesca, o paseos en caballo, este bello emplazamiento recoge otras opciones más familiares y tranquilas, como el trekking o senderismo de ruta hasta el refugio de Fontverd o el camí de l’Obac. De hecho, este último es superfácil, por lo que resulta ideal para principiantes.

Por otro lado, la zona permite las prácticas deportivas de nieve en un contexto más tranquilo que el de las típicas estaciones comerciales. Hablamos, por ejemplo, de las raquetas de nieve:

• Camí de Perafita: aproximadamente 1 kilómetro de nivel moderado que atraviesa glaciares y pueblos tan fascinantes como Entremesaigües.
• Estall Serrer – Vall del Madriu: de dificultad algo más alta debido a su distancia de más de 7 kilómetros, es el plan perfecto para los que busquen observar bordas, queserías y restos de fraguas.

Asimismo, también es un lugar ideal para divertirse con esquí de travesía a través del itinerario marcado por el valle del Madriu hasta el Refugio de l’Illa. Son unos 23 kilómetros, teniendo en cuenta que es un viaje de ida y vuelta. Por tanto, su nivel de exigencia es alto, pero te encantará si te gusta la arquitectura tradicional y los paisajes naturales.