La Cueva del Agua, en Tíscar (Jaén), también llamada como la Cueva de la Virgen de Tíscar, se le conoce asimismo como Gruta de las Maravillas.
Visita de la Cueva del Agua
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La Cueva del Agua, en Tíscar (Jaén), declarada Monumento Natural, era una prioridad para nosotros. En nuestro GPS, teníamos muchas ilusiones cargadas, pero sabíamos que el tiempo no estaba de nuestra parte.
Como solemos hacer normalmente, siempre tenemos alternativas por si el tiempo no nos deja disfrutar lo planeado.
Quizás nos hubiera gustado hacer una ruta con 3 importantes puntos de interés, pero seguramente no hubiéramos disfrutado lo mismo.
Aparcamiento en la Cueva del Agua
Estas son las coordenadas para el GPS. 37°46’05.3″N – 3°01’25.4″W. Haciendo clic encima de las coordenadas se abrirá el Google Maps.
Un poco de historia sobre la cueva del agua
En la Cueva del Agua , según la tradición, allí se apareció la Virgen en 1319 al reyezuelo de Tíscar, Mahomad Abdón.
Es una de las primeras grutas naturales conocidas en España. Es una interesante formación caliza, donde se funden el agua del río Tíscar y la roca del Monte del Caballo.
Las dos sierras se abrazan para dejar bajo sus entrañas el agua que se pierde caprichosamente entre saltos, pilones, cascadas y fuentes.
Para seguir su curso zigzagueante río abajo hasta formar el idílico Pilón Azul camino de la Aldea de Belerda.
Según la tradición, los moros poseedores del Castillo de Tíscar, creyeron que los cristianos Luchaban por su conquista para recuperar una imagen de la Virgen María que ellos poseían.
Ante esta creencia, y para hacerles desistir de la lucha, la arrojaron desde las almenas, hasta la Cueva del Agua, que estaba al pie de la fortaleza.
La Virgen volvía hacia arriba cuantas veces lo intentaban, por lo que Mahomad Andón, enfurecido, la rompió en mil pedazos con su alfanje.
Los cristianos llegaron al recinto del Castillo, tanto el infante como los Arzobispos buscaron la imagen para darle gracias por su protección en la conquista. Al no encontrarla, le preguntaron a un moro, que arrepentido, les contó lo sucedido.
Los cristianos recogieron los pedacitos y los llevaron a reparar a Toledo, pero la Virgen volvió a Tíscar de forma milagrosa. Entonces se decidió levantar una capilla para rendirle culto.
En la actualidad en la cueva del agua
Desde 1993 el Ayuntamiento de Quesada, a través de la Concejalía de Cultura, viene organizando conciertos de música en la Cueva del Agua. Gracias a su magnífica acústica y la belleza de éste.
Así el segundo sábado de agosto de los últimos años han tenido lugar conciertos de música andina, árabe-andalusí, sefardí y música celta.
Otra leyenda nos detalla…
Que los orígenes de la devoción a Santa María de Tíscar se data en la época de los varones apostólicos.
Cuenta la tradición que los discípulos de Santiago Apóstol, imitando su ejemplo, levantaron diversos templos a la Virgen.
Y que San Hesiquio o Isicio, obispo de la antigua Carcesa, que equivocadamente identifican con la actual Cazorla, trajo la imagen de “Nuestra Señora de Tíscar” a Quesada.
Levantando los cristianos en su honor un santuario en este bello paraje, sobre los restos de unas ruinas romanas.
La primera imagen de la Virgen de Tíscar, según refieren los relatos legendarios, era de madera de cedro de Líbano.
Pero por las fotografías que se conservan de la misma se ve que era una imagen sedente gótica, del siglo XIV, con el Niño sentado sobre la rodilla izquierda.
Cuando se introdujo la costumbre de vestir las imágenes, cercenaron la imagen del Niño y la sustituyeron por uno barroco en el siglo XVII.
La imagen actual es talla del escultor giennense Jacinto Higueras realizada en el verano de 1939. El Niño es una espléndida talla de cuerpo entero, con una simplicísima peana.
Mientras que la Virgen es imagen de candelero o de vestir.
Junto a otras varias hermosas coronas, destaca la de la coronación canónica, obra del orfebre toledano Julio Pascual, de 1954.
Santuario de Tíscar
Sus curiosidades
- Situado en un espectacular paraje, a los pies del castillo de la Peña Negra y sobre la Cueva del Agua, se encuentra el Santuario de Tíscar.
- Restos arquitectónicos aparecidos establecen el origen del templo en el siglo XVI, aunque el grueso de la construcción se llevo a cabo en siglos posteriores.
- Tras la guerra civil sufrió importantes daños, debiendo su imagen actual a las obras de rehabilitación de mediados del siglo XX.
- Probablemente el lugar de mayor devoción de toda la comarca del alto Guadalquivir, el primer y último domingo de Septiembre recibe la visita de los peregrinos, quienes de noche se acercan al Santuario y a la Cueva del Agua para rendir culto a la imagen de la Virgen de Tíscar.
Castillo de la Peña Negra
Aunque no lo visitamos por falta de tiempo, os informamos de sus curiosidades.
Parte de su historia
La conquista del castillo de la Peña Negra tuvo lugar más de 70 años después de la toma cristiana de Quesada.
Las dificultades de la conquista de la fortaleza provocaron la glorificación de este lugar, que comenzó a ser centro de devoción de la zona.
Esto daría lugar a la construcción del Santuario, cuyo exterior conserva gran parte de la traza original de los siglos XVI y XVII.
Sin embargo, su parte interior presenta más alteraciones respecto a la construcción original, tras la restauración llevada a cabo para paliar los daños sufridos durante la guerra civil.
A día de hoy es uno de los lugares de mayor devoción de toda la provincia, recibiendo cada mes de Septiembre la visita de miles de devotos para venerar la imagen de la Virgen de Tíscar, patrona de Quesada y del Adelantado de Cazorla.