Ruta a la Cascada del Hervidero

Ruta a la Cascada del Hervidero

Uno de los lugares más impresionantes y bellos que se pueden visitar sin salir de la Comunidad de Madrid es la Cascada del Hervidero, en San Agustín de Guadalix. Se trata de un salto de agua doble en el que las aguas del Guadalix se precipitan sobre una gran poza de aguas cristalinas rodeada por grandes rocas cubiertas de musgo.

No es el salto de agua más alto de la Comunidad, ya que ese es la Chorrera de los Litueros, en Somosierra, con 40 metros de caída, y hay otros saltos dobles, como la Ducha de los Alemanes en Cercedilla, pero sí es el más bonito y uno de los que más cerca están de la capital.

Aparcamiento e inicio del recorrido a la cascada del Hervidero

La ruta circular de la Cascada del Hervidero es de unos 5 km y se puede realizar en unas dos horas, ya que se trata de un recorrido fácil, apto para familias con niños pequeños y con un muy bajo desnivel.

Por el camino podemos observar la riqueza de los bosques de ribera y muchos restos de las infraestructuras hidráulicas que aprovechaban el agua de la cuenca del Guadalix. En primavera, además, podemos observar los prados llenos de flores.

Punto de inicio de la ruta a la cascada del Hervidero 

El inicio de la ruta se situa en el Área Recreativa de la Laguna de los Patos, al norte de San Agustín de Guadalix, muy cerca del polígono industrial de esta localidad. Se trata de una zona de recreo bastante frecuentada por los lugareños, con bancos, mesas, un precioso lago en el que nadan los patos en las épocas del agua que pasan en la zona y zona de juegos infantiles.

Área Recreativa de la Laguna de los Patos e inicio de la ruta hasta la cascada del Hervidero.

Cómo llegar al inicio del recorrido a la cascada del Hervidero

En coche, llegar es muy sencillo. Desde Madrid hay que tomar la A-1 en dirección Burgos, hasta encontrar la salida 36, que nos lleva a San Agustín de Guadalix. La tomamos y en la rotonda optamos por la vía que pasa por debajo de la autopista. Luego seguimos hacia San Agustín y en la segunda rotonda giramos por la Avenida de Madrid, donde se encuentra el área recreativa. Se puede dejar el coche allí mismo.

También podemos llegar a la población en autobús, ya que la línea 193 que sale del intercambiador de la Plaza de Castilla lleva hasta San Agustín. En caso de llegar a la localidad en autobús, este tiene parada en el polígono industrial, que está al lado mismo del área recreativa.

El sendero va pegado al Río Guadalix.

Qué ver en San Agustín de Guadalix

San Agustín de Guadalix es una población de 13000 habitantes cuyo mayor atractivo, sin duda, es la propia cascada del Hervidero. No obstante, dentro de la localidad podemos encontrar también otros puntos de interés, como la Iglesia de San Agustín y la Dehesa de Moncalvillo, que atravesamos levemente en el tramo final de nuestra ruta.

Moncalvillo es interesante por sus bosques de encinas y enebros, sus pastos aprovechados para el ganado y sus parajes bucólicos surcados por arroyos. Es parte del Lugar de Importancia Comunitaria “Cuenca del Río Guadalix”, espacio protegido de la Red Natura 2000. Si vais en mayo, podéis aprovechar para disfrutar de la romería de la Virgen de Navalazarza, en plena dehesa.

Esta parte del recorrido hasta la cascada del Hervidero no puede ser más bonita

Descripción de la ruta hasta la cascada del Hervidero 

Nos situamos en el Área Recreativa de las Laguna de los Patos, a las afueras de San Agustín de Guadálix, una zona de bosque de ribera con chopos, alisos y sauces llorones, y empezamos por visitar la propia Laguna de los Patos. Para ello, atravesamos el Guadalix por una bonita pasarela de madera con barandas, perfecta para las primeras fotos de la ruta.

Otra postal del río Guadalix

Luego, giramos a la izquierda y pasamos por debajo de un puente, en paralelo al río, hasta llegar a una segunda pasarela de madera por la que volveremos al otro lado del río.

En adelante nos mantenemos en su margen izquierdo hasta llegar a la Cascada del Hervidero, por el llamado Canal Bajo. La senda discurre en paralelo al río, alejándose de él en algunos tramos y luego devolviéndonos al lado del cauce cuando el camino se estrecha.

Cruzamos el río Guadalix

El bosque de ribera es cada vez más frondoso, formado sobre todo por alisos y fresnos, con un sotobosque de matorral y rosales silvestres que es realmente precioso en época de floración. Aparecen también las coscojas, un árbol de hoja perenne parecido al roble.

Primeras cascadas y Charco del Aliso 

Avanzamos un poco más antes de encontrarnos con las primeras cascadas. Desde el sendero, las oímos antes de vislumbrarlas entre la vegetación, que aquí es bastante espesa.

Antes de pasar a la otra margen del río, no pude remediarlo y durante unos instantes me quedé en este lugar disfrutando de esta maravilla.

Primero, vemos un pequeño grupo de saltos de agua continuados, no muy altos, y luego otra pequeña cascada, llamada Cascada Becerra, que en la zona todos conocen como El Brincadero, a cuyos pies se forma un pequeño charco. Esta poza es llamada Charco del Aliso porque está rodeada de este tipo de árboles.

Tras un momento para contemplar el espectáculo, seguimos andando hasta encontrar a nuestra derecha un pequeño puente bastante viejo. Luego cruzaremos el río por el Puente de San Agustín, que es una obra de mampostería con barandillas de hierro.

Antes de llegar a la cascada Becerra, tenemos estas pozas.

El sendero en esta zona es muy amplio y discurre algo apartado del río, por encima del corriente. Un poco más adelante vemos, a nuestra izquierda, la almenara del sifón de Guadalix, una pequeña construcción de piedra que queda justo por debajo del camino.

Una fecha nos indica el año de construcción: 1857. El sifón se usa para salvar los desniveles del río y poder aprovechar el agua para el abastecimiento de Madrid.

Para poder visitar la cascada Becerra, hay que desviarse un poco del camino, pero son sólo unos pocos metros.

Cascada del Hervidero

Tras andar un poco más llegamos a una pequeña presa, descendemos por un  primer tramo de escaleras  y continuamos por la senda hasta un segundo tramo, que nos deja al lado de la cascada del Hervidero. Hay que ir con cuidado al bajar, porque se trata de escaleras de piedra sin ningún tipo de barandilla y se encuentran en una zona sombreada por los árboles y muy húmeda, por lo que pueden resultar resbaladizas.

Aquí, el paisaje es de postal: al dejar las escaleras quedamos exactamente en frente de la cascada del Hervidero, cuyos dos chorros se precipitan desde ambos lados de una gran roca central, en una disposición simétrica.

En el Puente de San Agustín, giramos hacia la izquierda.

El ruido de la cascada del Hervidero, que ya intuíamos desde las escaleras, es fuerte. Y, a sus pies, una poza de aguas cristalinas en las que, dependiendo de la época del año, puede que os encontréis algún bañista. A vuestro alrededor, el bosque se cierra e incluso parece querer cubrir la charca, ya que muchos árboles se inclinan sobre el agua desde las rocas.

Es, sin duda, el mejor punto para observar la cascada del Hervidero y el hecho de que no se pueda llegar hasta el pie de la misma ayuda a su conservación.

Almenara del sifón de Guadalix, a pocos metros giraremos a la izquierda. No hay señalización.

Regreso al punto de partida

Tras contemplar la cascada del Hervidero volvemos a la senda subiendo las escaleras y cruzamos el Viaducto que encontramos justo enfrente, sin desviarnos. Al otro lado cogemos el camino de la izquierda hasta la Casa del Lavadero que, como su propio nombre indica, utilizaba las aguas del Guadalix para lavar.

Aunque está en desuso, se conserva el edificio y la canalización por donde discurría el agua, a la que se puede acceder bajando unas escaleras.

Desde este punto de vista no impresiona, pero quizás para algunas personas lo puedan pasar mal, sobre todo si tienen vértigo.

Tras dejar la Casa atrás, enlazamos con una pista carretera en desuso que se dirige hacia la Almenara de los Castillejos, donde giraremos a la izquierda para tomar la vereda del Carril de las Mentiras.

Este último tramo del camino es cómodo y muy amplio, bordeado por encinas, coscojas y enebros. Por el camino, a lo lejos podemos distinguir dos acueductos: la Sima y la Retuerta, ambos construidos con sillares de piedra en 1854.

Finalmente, la vereda desemboca en la Avenida de Madrid de San Agustín de Guadalix, a escasos metros de la entrada al Área Recreativa de la Laguna de los Patos. Solo nos queda recoger nuestro vehículo y dar por terminada la ruta.

Cascada del Hervidero y zona de baño.