Ruta en Fredes | Portell de L’Infern | Salt de Robert
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En el punto más al norte de la provincia de Castellón se ubica Fredes, una pequeña localidad ubicada dentro del Parque Natural de la Tinença de Benifassà, considerada una de las reservas de biodiversidad más importantes del sur de Europa. Se trata de una zona montañosa, con una orografía accidentada debida a la confluencia de varias sierras, lo cual da lugar a paisajes espectaculares. Y, en este entorno, encontramos una de las rutas más fascinantes de la Comunitat Valenciana: la ruta circular que une Fredes, el Portell de l’Infern y el Salt de Robert.
Aparcamiento en Fredes
Información para realizar esta ruta en Fredes | Portell de L’Infern | Salt de Robert
- No es apta para carritos de bebé.
- No es apta para personas con movilidad reducida.
- Distacia recorrida: 12.5 kms.
- Desnivel: 440 metros.
- Tipo de ruta: Circular.
- Dificultad: Moderado.
- Tiempo estimado: 4 horas y 30 minutos, sin contar paradas.
- Si hay que pagar tasa o impuestos en el aparcamiento durante algunos fines de semana o en los meses de más calor.
- Es apta para niños, siempre que estén controlados por adultos.
- Es apta para nuestras mascotas.
- Haz clic aquí para ver el Aparcamiento.
- Desde nuestro punto de vista, el recorrido no dispone de algún paso peligroso o complicado.
Descarga el archivo GPX para tu GPS – ruta de 12.5 kms
Un recorrido con 2 versiones
Desde el aparcamiento tenemos que seguir las flechas para iniciar el recorrido.
Existen dos versiones de esta ruta: la básica, de 7,8 km, entre Fredes y el Salt de Robert, y una más larga y más completa, de 12,5 km y que incluye también el Portell de l’Infern y la Punta Solà d’en Brull.
Ambas tienen el mismo punto de partida y retorno, Fredes, así que no tenéis que optar por una o por otra antes de empezar, podéis decidirlo sobre la marcha. Esta ruta larga es de nivel medio alto y puede hacerse en unas 4 horas y media aproximadamente. Su desnivel es de 520 metros.
Esta misma ruta puede hacerse también desde Ulldecona, en sentido inverso, aunque eso tendremos que dejarlo para otra ocasión.
Dado que la zona es montañosa, los caminos se embarran cuando llueve y el Salt de Robert puede llevar demasiada agua para que sea seguro. Por eso es importante que si os planteáis hacer esa ruta miréis la previsión meteorológica y que, si va a llover un poco, vayáis equipados para un camino embarrado y húmedo.
En este cartel se puede ver los recorridos y la gráfica.
La seguridad debe ser siempre lo primero. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que es justo después de las lluvias cuando el Salt de Robert es más espectacular.
Llevar suficiente agua, hay pocas fuentes por el camino
Por otra parte, si vais a realizar la ruta en verano, llevad abundante agua ya que, aunque existen puntos en los que podéis rellenar la botella por el camino, las fuentes y arroyos están bastante menguados en los meses de calor. Se trata de una zona en la que las temperaturas estivales pueden superar los treinta grados durante gran parte del día, y más vale prevenir.
Finalmente, hay que tener en cuenta que se trata de una zona bastante frecuentada por senderistas, especialmente durante la temporada alta. Aunque nosotros sólo nos encontramos con un grupo de 3 personas en todo el recorrido.
De verdad os digo… este lugar merece mucho ser visitado muchaaaaaasssss veces. Venid y disfrutad del cantar de los pájaros, de la naturaleza, del silencio, aquí no hay estrés, en este pequeño rincón de la provincia de Castellón, encontrarás todo aquello que estabas buscando.
La fuente la encontramos con agua.
En los alrededores de Fredes hay distintos hoteles y casas rurales, por lo que las rutas senderistas de la zona están bastante señalizadas o balizadas. Si queréis disfrutar del senderismo en estado puro, Fredes es vuestra mejor opción, o al menos una de la mejores.
Ruta en Fredes | Portell de L’Infern | Salt de Robert
Punto de inicio en Fredes (Castellón)
Nuestra ruta se inicia en Fredes, una pequeña población de solo 17 habitantes que forma parte del municipio de la Pobla de Benifassà. Para llegar hasta allí podéis desplazaros en coche particular ya que en el pueblo hay bastantes unos cuantos sitios donde aparcar cómodamente. No hay autobuses hasta la localidad.
El camino más sencillo en coche particular es la carretera que une Ulldecona y la Sènia (ruta altamente recomendable en los meses de más calor, es un delito con pena de cárcel no visitar este lugar, queda avisado) y que entra en la Comunidad Valenciana por la zona en la que los Ports confluyen con el Parque Natural de la Tinença de Benifassà.
A partir de este punto se empieza a descender hacia el primer mirador.
También se puede acceder desde Morella, por la N-232 hacia la Mola del Carrascal y cogiendo el desvío hacia la CV-110 y CV-105 hacia Castell de Cabres y hasta el desvío de Fredes, y tras el desvío, continuar por la pista hasta el pueblo.
Una vez en Fredes, saldremos del pueblo por el Camí de Baix. El inicio del recorrido coincide con el GR-7 Fredes – El Boixar – Vallibona, una ruta que sigue la ruta histórica entre la Pobla de Benifassà y la localidad catalana de La Sènia.
Miradores
Desde allí, tras dejar atrás el parque infantil, iniciaremos una ruta descendente que nos llevará a la Font del Teix, una afloración de aguas subterráneas potables que se usa como abrevadero.
Mirador mas de Pitxón
Tras la Font del Teix, empieza la ascensión por una senda rodeada de pinares hasta el Mas de Pitxón, una masía tradicional de piedra bastante bien conservada. Desde los alrededores de esa edificación se puede acceder al primer mirador de la ruta, desde el que se puede observar gran parte del Parque Natural.
Portell del l’Infern
Poco después de pasar la Roca Mirador, veremos un desvío a la izquierda que solo hay que coger si pretendéis realizar la ruta corta, ya que sigue directamente hasta el Salt de Robert. Pero si preferís la ruta larga debéis seguir recto por el mismo camino que hemos seguido hasta aquí. Así llegamos al Portell de l’Infern.
Se trata de una balma, un abrigo rocoso abierto en la roca por siglos de erosión, fresco y húmedo durante todo el año a causa de las filtraciones de agua. Esta agua que baja por las paredes de roca se acumula en bebederos tradicionales de madera creados vaciando troncos.
Antes de llegar al Portell del L’Infern, encontraremos este mirador.
Aunque el Portell de l’Infern es hoy en día un alto pintoresco en un recorrido senderista, en realidad forma parte de la ruta entre la Pobla y la Sènia que mencionamos antes. Por allí pasaban todos los que necesitaban llegar al Parque Natural de los Ports, muchas veces para comerciar.
Por ese camino se transportaba carbón, se movían los rebaños de ovejas e incluso fue usado en tiempo de guerra por soldados, refugiados y maquis. Desde esta zona, de hecho, se ve ya el desvío hacia el embalse de Ulldecona.
Hacia el Portell del L’Infern
Refugio de la Tenalla
Como explico yo lo del refugio de la Tenalla… Nosotros comimos allí, no porque tuviéramos hambre. Si te saltas este lugar… creo que llevo más de 10 minutos pensando en las torturas que te haría si no visitas este lugar. Nosotros el barranco del Salto, o Barranc del Salt en valenciano, lo encontramos muy bien de agua.
Por favor pararos un momento en este lugar, y disfrutad de esta maravilla. Olvidaros del tiempo, o del reloj, recordad por que estáis aquí. De este sitio no querrás marchar.
Refugio de la Tenalla
Tras un rato más de caminar llegamos a un primer paso abrupto entre dos rocas, una de las cuales puede usarse como mirador para observar el paisaje de las Ombries del Salt.
Salt de Robert
Tras la llegada del refugio de la Tenalla, se inicia el retorno, descendiendo a través del bosque. Para llegar hasta allí atravesaremos el Solà d’en Brull y llegamos al Pi Pastor, un pino carrasco centenario de gran tamaño. La zona del Solà d’en Brull es otro mirador espectacular sobre la Tinença de Benifassà. En esta zona podemos observar algunas rocas en equilibrio, un fenómeno fruto de siglos o quizás milenios de erosión.
Antes de meternos en el barranco, habrá que cruzar este puente. La corriente no es muy fuerte y apenas cubre.
El Salt de Robert, se trata de una cascada espectacular, con una caída de casi 30 metros que es realmente impresionante, sobre todo en los días posteriores a las lluvias. Se trata de una de las cascadas del tramo alto del río Sènia y a su alrededor se ha formado una micro-reserva de flora y fauna de gran interés, especialmente por lo que se refiere a las especies botánicas. A los pies del salto podéis disfrutar del frescor del arroyo que forma el agua al caer.
El camino nos lleva por una senda dura ascendente formada por grandes escalones de piedra. Hay que ir ligeramente en zigzag hasta el mirador.
A pocos metros del puente, encontraremos un desvío. Si habéis hecho el recorrido corto, en este punto se unen las rutas.
Del Salt de Robert a Fredes
Desde el Salt de Robert seguimos el barranco hasta tomar una pista que nos devuelve hasta Fredes, dónde termina nuestra ruta y podemos volver a nuestros vehículos.
En este último tramo, ya sin tener que estar atentos a desvíos en el camino o a seguir bien la ruta, podemos aprovechar para observar el paisaje. Esta ruta pasa por uno de los robledales más bonitos de la comunidad valenciana, y en esos parajes se pueden observar varias especies de ave, entre las cuales águilas, buitres y otras rapaces.
Salt de Robert.