Ruta de las Cadenas o Canal del Garbí
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Si acaso te estás preguntando porqué utilizamos una frase de Perogrullo para titular nuestro post (pues todo recorrido requiere de un pequeño esfuerzo) cuando conozcas las características de la ruta de las Cadenas o Canal del Garbí lo comprenderás.
Efectivamente, y es que esta maravillosa y entretenida ruta de las cadenas o canal del Garbí tiene la particularidad de que en su trayecto te encontrarás con una buena cantidad de piedras derrumbadas y paredes de roca de rodeno en medio del sendero (la canal).
Éstas, obviamente, obstaculizan tu paso. Entonces qué corresponde hacer para continuar? Pues nada, salvar las paredes rocosas y proseguir nuestro camino.
Es precisamente el reto de trepar dichas paredes de rocas de rodeno lo que hace a esta ruta muy divertida.
Pero ojo! No te asustes. Superar este escollo rocoso, aunque un poco dificultoso, tampoco encierra una gran dificultad. Pero sí requiere de un poco de técnica y buena condición física, de ahí aquello de “pequeño esfuerzo”.
Inicio del recorrido, después de caminar unos metros por el arcén de la carretera que va hacia Segart.
Información importante para realizar la ruta de las Cadenas o Canal del Garbí:
- No es apta para carritos de bebé.
- No es apta para personas con movilidad reducida.
- Distacia recorrida: 8 kms.
- Desnivel: 515 metros.
- Tipo de ruta: Lineal, se va y se regresa por el mismo camino.
- Dificultad: Fácil.
- Tiempo estimado: 3 horas, sin contar las paradas.
- No hay que pagar alguna tasa para poder aparcar.
- Es apta para niños, siempre que estén controlados por adultos.
- Es apta para nuestras mascotas.
- Haz clic aquí para ver el Aparcamiento. Es un aparcamiento oficial. Está al lado del inicio de la ruta.
- Desde nuestro punto de vista, para algunas personas, algún paso puede parecerle peligroso. Nosotros la hemos hecho varias veces y nunca hemos tenido problemas.
- Esta ruta no es recomendable para las personas que tengan vértigo.
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Ubicación y ficha técnica de la ruta de las cadenas o Canal del Garbí
El monte Garbí (600 m), está situado en la provincia de Segart, de la Comunidad Valenciana, específicamente en la comarca del Campo de Murviedro, y forma parte del Parque Natural de la Sierra de Calderona.
Según el panel en el que da inicio la ruta, este recorrido circular por la Canal del Garbí consta de 7,5 kilómetros y se hace en aproximadamente 2 horas y 50 m. En cuanto a su desnivel, éste es de 480 metros y ofrece una dificultad técnica media.
Aparcamiento a la entrada de Segart.
Inicio de la Ruta de las cadenas o canal del Garbí
Una vez llegamos al poblado del Segart, que está a unos 45 minutos de Valencia, dejamos el coche en la famosa Plaza del Castillo o Plaça del Castell. Ésta cuenta con varios lugares para aparcar. Se encuentra justo en las coordenadas N39° 40.987′ W0° 22.351′.
Al salir de la plaza tomamos por la carretera hacia la izquierda hasta llegar a un arcén que está en el lado izquierdo de la carretera (por cierto, éste también es muy utilizado para aparcar).
Seguimos hasta el final del arcén y encontraremos, nuevamente hacia la izquierda, el panel con el GR 10 que indica la ruta de La Canal del Garbí.
El barranco de Bassó o canal del Garbí
Durante el recorrido encontraremos algunas ayudas para hacer alguna pequeña trepada.
El primer tramo comienza con un camino de tierra que discurre por el Barranco de Bassó o la canal del Garbí. A su derecha nos reciben unos enormes y frondosos arbustos y, a su izquierda, un pequeño muro de bloques de concreto que demarcan la ruta.
La primera panorámica ya es bastante agradable por la frondosidad de la vegetación que escolta el angosto sendero. Luego la ruta, la cual es siempre es ascenso, se vuelve más fácil de transitar porque se amplía y no tiene casi desnivel.
Sin embargo unos metros más adelante, por su lado izquierdo, se vuelve más barranco y comienza a sentirse el desnivel que hace que aumente el esfuerzo.
Conforme nos adentramos por el camino comenzamos a encontrarnos con los primeros obstáculos de piedra que hay que salvar para no tropezar. Preludio de los retos rocosos que nos esperan.
Casi al final de la Canal del Garbí encontraremos este buzón.
Comienza el desafío y la diversión del Sendero de la ruta de las cadenas o canal del Garbí
Ha llegado el momento de empezar a trepar el barranco de Bassó o la canal del Garbí. Para ello hay que ir salvando los obstáculos que significan las rocas y paredes de rodeno.
Estos obstáculos no constituyen mucha dificultad, pero sí requieren de buena técnica para superarlos y conocimiento de algo de senderismo. En los momentos en los que la dificultad aumenta, hay unas cadenas que nos permiten afianzarnos mejor o ganar verticalidad.
Hay un tramo de la trepada que se hace por un estrecho que es famosamente conocido como la grieta del Bassó o la grieta del Garbí. Si llevamos mochila muy amplia conviene quitárnosla para pasar por esta angosta raja.
Luego de salvar toda esta serie de rocas y paredes de rodeno que nos encontramos en la canal del Garbí nos encontramos con un buzón de metal, dentro del cual hay un libro que es para que firmen los visitantes y dejen su recuerdo.
El diablo en el cielo
El mirador del Diablo
Luego de pasar las paredes y rocas del canal del Garbí nos encontramos con una llamativa ruta de enormes rocas entrelazadas y apiñadas que nos conducen a un estupendo mirador natural llamado El Mirador del Diablo.
Sentarse en las rocas al borde del precipicio del Garbí a contemplar las bellezas que nos ofrecen la naturaleza y los paisajes es algo realmente indescriptible. Es como estar suspendido en el cielo viendo toda la creación. Definitivamente una gozada.
De ahí se avista, casi en paralelo y con enorme precipicio de por medio, nuestro próximo destino: el Mirador del Garbí. Éste se erige sobre unos espectaculares escalones de roca de rodeno adornadas con pinos, tanto en su corona como en su interior.
Un mirador más elaborado: El Mirador del Garbí
Mirador del Garbí
Continuamos nuestro camino por el sendero que nos llevará hasta el Mirador del Garbí. Este mirador es un poco más elaborado que el anterior.
Cuenta con un balcón en piedra con baranda de madera y desde allí brinda unas vistas espectaculares. No sólo del horizonte sino del Garbí mismo.
Por ejemplo a nuestra derecha, separados por el enorme precipicio, se ve el mirador que hacía poco habíamos visitado: el del diablo. Visto desde aquí se entiende más o menos por qué le pusieron ese nombre.
Por la izquierda y hacia abajo, se ve el próximo lugar que visitaremos: la Ermita del Garbí, ubicada también sobre una formación de escalones de rodenos.
Dada su amplitud se puede ver desde ahí el Golfo de Valencia incluso parte del interior de la ciudad. Igualmente el Valle del Palancia y otros parque nacionales que abriga la Comunitat como el de L’Albufera y el del Montgó, entre otros hermosos parajes naturales.
La de Santa Creu: una ermita reconstruida
Ermita de la Santa Creu del Garbí
Regresamos para retomar el sendero y esta vez lo hacemos hacia la derecha para buscar la Ermita del Garbí. La pista es muy agradable, es de tierra y lleva muy pocas piedras, además de que se hace acompañar de bonitos arbustos y variada vegetación.
Comienza un descenso, lo cual nos indica que ya estamos cerca de la etapa final de la ruta. El cómodo sendero nos lleva hasta la Ermita de Santa Creu o Ermita del Garbí que parece custodiada por 6 hermosos pinos carrascos. Esta ermita fue construida en el 1787 pero reconstruida a finales del siglo pasado.
Aquí encontramos el área recreativa del Garbí en la que podemos comer, refrescarnos y descansar, ya que cuenta con mesas y bancas. Es un sitio muy apacible que ofrece también excelentes panorámicas de la zona.
Parte final del recorrido por el Vértice Geodésico y el Pla del Garbí
El último tramo de la ruta es muy tranquilo y bastante agradable, por una pista amplia rodeada de mucha de la vegetación característica de la zona.
Para esta parte final bordeamos las casas del Garbí para ir hasta donde se encuentra el Vértice Geodésico que corona al Garbí. Luego conectamos de nuevo con el sendero del GR-10 que nos va a llevar hasta la Pla del Garbí.
Esta última es una extensa zona que antaño fue arbórea, pero que, debido a los incendios, perdió parte de su vegetación la cual, por cierto, ya comienza a recuperar producto de la reforestación.
La Pedrera: Un descenso súper divertido pero hay que tener un poco cuidado
Hay que tener cuidado con la bajada, hay piedra y tierra suelta.
Nuestro recorrido por la pista sigue hasta llegar a un poste con varios paneles en los que se indican las distintas opciones para el descenso y regreso. Nosotros optamos por La Pedrera, que es una senda totalmente pedregosa que se encuentra a la izquierda.
Este es un descenso corto (de unos 200 mts) que, al igual que las trepadas del Canal del Barranco de Bassó, aunque luce y es muy divertido de bajar por él, requiere de mucha concentración, agilidad y cuidado. Un tropiezo o resbalón y podemos ir a dar con nuestros huesos abajo.
Luego no queda sino disfrutar por última vez del entorno, desde ahí podremos ver los miradores de nuevo pero desde perspectiva opuesta.
Barranco de Bassó
Al poco tiempo conectaremos con una pista cómoda, rodeada de frondosa vegetación que enlaza con el Barranco de Bassó, el cual nos conducirá hasta el punto por donde iniciamos la ruta.
Finalmente recomendar que lleven palos, botas de montaña y guantes de bici para tomar las cadenas durante la trepada. Por otra parte, es bueno aclarar que esta ruta no es apta para cualquiera.
Pla del Garbí
Los niños y personas mayores no deberían hacerla. Así como aquellas personas con deficiente preparación física o nulo conocimiento de senderismo. Tampoco es recomendado hacerla en épocas de lluvia.
Lo que sí hay que decir es que, dada su exigencia, pero sobre todo por lo divertida y los hermosos paisajes que ofrece, se convierte en una ruta adictiva. Quien la corona una vez quiere volver hacerlo varias veces.
Este el quinto año seguido en el que recorremos la ruta del Garbí y, sin duda, el año que viene volveremos, porque definitivamente es una gozada. Una ruta que ningún amante del senderismo se puede perder.