Ruta de los Molinos y arroyos

Ruta de los Molinos y arroyos en Algarinejo

La Ruta de los Molinos y Arroyos además de la Cascada del Zurreón en Algarinejo es realmente corta y sencilla. Recorre unos 7,5 km con un desnivel de menos de 145 m. y es apta para toda la familia.

A lo largo de la ruta se suceden arroyos de agua cristalina, cascadas y pozas  que dan lugar a una gran diversidad ambiental e importantes bosques de galería poblados de álamos negros y blancos, sauces, nogales, olmos y otras especies autóctonas.

También se puede observar una fauna muy variada que incluye muchos reptiles y anfibios (distintas especies de culebras, sapos y ranas), y una gran abundancia de aves, entre las cuales el búho real, el mirlo acuático o el ruiseñor). En algunas ocasiones es posible avisar comadrejas y jinetas.

Aparcamiento al inicio de la ruta de los Molinos y Arroyos, Cascada del Zurreón en Algarinejo.

Aunque la ruta puede realizarse en cualquier época del año, es más bonita en las épocas de lluvias, cuando los arroyos van llenos. Y en verano uno se puede bañar en sus pozas, cosa que seguro haréis, porque en pleno verano en esta zona de Andalucía se llega fácilmente a los 40 grados de temperatura.

Algarinejo

A pocos metros de aparcamiento se encuentra la iglesia de Santa María la Mayor. En la facha encontramos la indicación hacia la ruta de los Molinos y arroyos.

El punto de partida de esta ruta es el centro de la localidad de Algarinejo, una población de 2500 habitantes situada en la comarca de la Loja, en el extremo oeste de la provincia de Granada, distando 74 km de la capital.

Su principal atractivo turístico es la iglesia neoclásica de Santa María la Mayor, obra de uno de los mejores arquitectos españoles del siglo XVIII, Ventura Rodríguez. Es precisamente junto a la iglesia, en la Plaza de España, donde se inicia el camino señalizado que vamos a seguir.

Detrás de la ilustración se encuentra nuestro camino.

La razón por la que una población tan pequeña dispone de una Iglesia tan grande y artísticamente importante es que en esa época los marqueses de Cázula, señores del pueblo, eran los nobles más ricos de España (a excepción de los Grandes, que jugaban en otra liga).

El 5º marqués de Algarinejo, Don Francisco de Paula Fernández De Córdoba, estuvo a punto de morir y se ofreció a costear una gran iglesia si se curaba. Cumplió su palabra y, aunque la construcción actual está en gran parte reconstruida, la grandeza de la obra es evidente. Y también es interesante el Poblado Prehistórico de Villavieja, una ciudadela fortificada de aproximadamente 4.500 años de antigüedad que se encuentra ubicada en una pequeña meseta de la zona.

Molinos del Arrabal

Otra actividad interesante para completar la ruta es la visita al Museo de la Cueva, un pequeño museo interactivo que pretende explicar la importancia que las cuevas y abrigos rocosos han tenido en la vida del ser humano a lo largo de la historia.

Algarinejo cuenta con vestigios prehistóricos y algunas de sus cuevas han sido habitadas durante largo tiempo, así que es bastante lógico que se haya dedicado un pequeño museo al tema.

En estos momentos nos acompaña el arroyo de Navavieja. Durante el recorrido por los Molinos y Arroyos, encontraremos zonas con sombra y otras con sol.

Cómo llegar a Algarinejo

Para llegar a la localidad existen varias rutas, aunque la más rápida es coger la A-92 desde Granada hasta la salida 203 (Huétor-Tájar). Tras pasar por esta localidad, tomar la GR-4402 que nos lleva, tras varios cambios de denominación, hasta Algarinejo.

Allí podremos aparcar en la misma plaza de España, cerca de la iglesia. También existe la posibilidad de llegar en autobús, ya que la empresa Alsa opera una ruta entre Granada y la localidad.

Nos tocará cruzar el arroyo de Navavieja por este puente. Es corto así que lo cruzamos en pocos segundos.

Ahora bien, esta ruta implica un viaje de 2 horas y 20 minutos con una frecuencia diaria y horario de tarde, así que solo es una opción si vais a pernoctar en la localidad. Existe una casa de turismo rural muy cerca de la Plaza de España.

Ruta de los Molinos y arroyos

A este lugar le llaman las Calderas. Se encuentra a pocos metros del sendero de los Molinos y Arroyos.

Para empezar nuestra ruta hay que situarse junto al pequeño cartel indicativo que hay en la pared de la iglesia y dirigirnos hacia la calle Dr. Fernández Arellano, que debemos seguir en un leve ascenso hasta dejar atrás las casas.

Veréis que la calle se convierte en un camino cementado que se aleja del núcleo urbano hasta llegar a un puente sobre el Arroyo Navavieja, que algunos llaman Arroyo Morales. El agua de este arroyo ha sido utilizada para accionar molinos desde el III milenio antes de nuestra era, aunque esta utilización se potenció especialmente en época musulmana.

Nos toca cruzar de nuevo el arroyo de Navavieja por este pequeño puente.

La ocupación musulmana de la zona reconfiguró el paisaje, creando una red de acequias (llamadas “caces”), presas, molinos de cubo y campos de cultivo que, grosso modo, se mantienen a día de hoy. También data de esa época la aparición de los batanes, en los que se trabajaba la lana, y de las tejerías que aprovechaban la arcilla de las zonas cercanas a los arroyos.

Molino de Batán y Molino de Arrabal 

Tras cruzar el puente, llegamos a una bifurcación y, enfrente, veréis un cartel informativo. El sendero que debéis seguir es el de detrás del cartel, empedrado, estrechito y pegado a las casas. Unos metros más adelante llegaréis al primer molino, el de Batán.

La ruta de los Molinos y Arroyos, pasa por al lado de las ruinas de una antigua central hidroeléctrica.

Este molino no está visible porque se encuentra en el interior de un bar. Lo que sí veréis es la acequia por la que le llegaba el agua, junto a la cual debéis seguir andando. Veréis que esta parte de la ruta está muy bien señalizada y llega hasta las ruinas de un segundo molino, el del Arrabal, un molino de cubo del siglo XVI que molía el grano con ayuda de la fuerza del agua.

Calderas

Tras pasar este molino nos situamos al lado del Arroyo Navavieja nuevamente. Seguimos su curso y llegamos a la zona de las Calderas tras cruzar un puente colgante que se mueve muchísimo al pasar por él.

A pocos metros de este lugar está la Cascada de las Llanadas.

Seguimos la ruta por la acequia junto al molino, también señalizada y en descenso. Sin caminar mucho lo que fue otro molino en este caso Molino Arrabal. Ahora nos encontramos junto al Arroyo Navavieja, el cual nos acompañara en la ruta.

Continuamos caminando y llegamos a la zona de las Calderas, también conocidas como Chilanques. Las Calderas de Algarinejo son una serie de pozas y pequeñas cascadas naturales y artificiales (hay una pequeña presa) que antiguamente se usaron como lavaderos y que los lugareños han convertido en su zona de baño habitual.

Cascada de las Llanadas.

Central hidroeléctrica

Al dejar atrás las calderas volvemos a retomar el arroyo, que ahora cambia de nombre, pasando a ser conocido como el Arroyo de la Madroña, y avanzamos bajo la sombra de los árboles hasta llegar a la hoy abandonada Central Hidroeléctrica de la Nueva España.

Estas instalaciones estuvieron en funcionamiento hasta bien entrado el siglo XX, cuando los mecanismos fueron dañados. A su izquierda hay unos saltos de agua y un desnivel que hay que superar subiendo por unos escalones. Según los vamos subiendo podemos ver, en la pared de roca del otro lado del arroyo, unas cuevas en las que se han encontrado restos que prueban el poblamiento de la zona desde tiempos prehistóricos.

Tengo que decir que este pequeño barranco me gustó por que tenía mucha vida, aunque su caudal de agua es muy modesto.

Un poco más allá hay una presa, creada para alimentar la central hidroeléctrica, que forma una cascada artificial y, cerca de ella, una pequeña área recreativa con una fuente llamada de la Teja. Este nombre se debe a que en la zona se fabricaban tejas de forma artesanal, modelándolas con arcilla para después secarlas al sol.

El Molinillo

Seguimos el cauce del Río Seco hasta unas covachas, que quedan a la derecha, que no son naturales, sino que son los restos del trabajo de extracción de sillares para la construcción de la Iglesia de Santa María la Mayor.

Yo seguí caminando un poco más y encontré este otro pequeño rincón muy chulo.

Poco después llegaremos al nacimiento de unas cascadas llamadas las Llanadas, cuyas aguas proceden del deshielo en las cumbres de las cordilleras subbéticas. La más llamativa de ellas es la que se forma cerca del Molinillo o Molino de la Arvejana, que estuvo moliendo grano gracias a la fuerza del agua hasta mediados del siglo XX y que, este sí, es visitable.

De hecho, en esta zona se encuentra el Complejo Fabril de las Llanadas, abandonado pero aún reconocible, y que incluía almazaras para producción de aceite y extracción de orujo y molinos harineros. La Hacienda del Molinillo, del siglo XVII, está muy bien conservada y tiene un precioso jardín romántico del s. XIX.

Nacimiento de las LLanas.

Cascada del Zurreón 

Desde la zona del Molinillo regresamos hasta Algarinejo por la misma ruta y, antes de meternos de nuevo en la población, cogimos el desvío marcado como Cascada del Zurreón.

Se llega a ella con bastante rapidez, y cuando lleva agua es bastante espectacular, ya que el agua cae desde un abrigo rocoso rodeado de vegetación. En invierno el salto puede llegar a helarse, quedando como agujas de hielo.

Cascada de Zurreón.