Ruta del Gollizno en Moclín

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Ruta del Gollizno en Moclín

La Ruta del Gollizno, en la localidad granadina de Moclín, presenta un recorrido por la historia del lugar y permite observar desde pinturas rupestres a edificios históricos. Con unos 8 km de recorrido, la ruta del Gollizno, en su mayor parte discurre por un entorno natural marcado por el paisaje típico de Andalucía: olivares, encinares, arroyos de caudal abundante en otoño e invierno y casi secos en verano…

La ruta del Gollizno es considerada de dificultad moderada, con algunas pendientes pronunciadas pero que se recorren en sentido descendente. Es apta para ir en familia y hay agua a lo largo del recorrido, por lo que no es necesario cargar con botellas o cantimploras.

Punto de partida de la ruta del Gollizno en Moclín

La ruta del Gollizno se inicia en la población en Moclín, tras dejar nuestro vehículo a la entrada de la localidad. Aunque su verdadero inicio es en Olivares, una pedanía de la localidad de Moclín, con unos 1000 habitantes. Ubicada en la provincia de Granada, a 33 km al norte de la ciudad, para llegar hasta allí hay distintas opciones:

En coche, la opción más rápida para llegar hasta Moclín y realizar la ruta del Gollizno, es salir de Granada por la GR-43 y conducir hasta la localidad de Pinos Puente, dónde se coge el desvío por la GR-3048 (después GR-413) hasta Olivares. Como decíamos, se trata de una distancia de solo 33 km, que se recorren en una media hora.

Desde el inicio de la ruta del Gollizno en Moclín, se puede apreciar parte del recorrido.

También existen varias líneas de autobuses que realizan el trayecto de ida hasta Olivares (Moclín) desde Granada y viceversa. El autobús recorre la misma ruta indicada antes para el vehículo particular, pero la duración del trayecto es de aproximadamente una hora a causa de las paradas. Y es importante saber que los horarios de autobuses entre ambas localidades son muy reducidos, por lo que puede que no se ajusten a los tiempos de una ruta de senderismo bien planificada.

Al tratarse de una ruta circular, la Ruta del Gollizno puede iniciarse o terminarse en distintos puntos. En nuestro caso, empezamos en la localidad de Olivares (Moclín), recorriendo el trazado del Camino Mozárabe. Este es uno de los caminos de Santiago reconocidos y, como tal, está muy bien señalizado.

La primera parte de la ruta del Gollizno en Moclín, estaremos acompañados por el río.

El punto de partida es el área recreativa Al-Andalus de Olivares (Moclín), una zona equipada para pasar un buen día en familia o con amigos, ya que dispone de un bar, servicios y mesas de madera.

La poza de Velillos

Desde allí, seguimos el Camino Mozárabe hasta la primera desviación señalizada hacia la derecha, que nos llevará por debajo de una antigua central eléctrica hoy en día abandonada. En este punto nos encontraremos con el río Velillos, en paralelo al cual discurre parte de la ruta del Gollizno, y que aquí forma una bonita poza, y lo cruzamos por un puente de madera y acero, dejando la central eléctrica a nuestra derecha.

Para continuar con la ruta del Gollizno, tenemos que cruzar el río por este puente.

En esta zona de la ruta del Gollizno observamos varios carteles que nos informan acerca de la flora y fauna de la zona, interesante porque se trata de una zona cercana al Parque Natural de Sierra Nevada, con una gran riqueza natural.

Fuente de la buena ventura

Tras pasar el puente, caminamos en un ligero ascenso por la ruta del Gollizno hasta encontrar la Fuente de la Buena Ventura, enfrente de la cual hay un mirador desde el que se puede observar una panorámica que incluye el Castillo de Moclín. En la fuente se puede leer un texto del autor Pedro Antonio de Alarcón sobre el bandolero Parrón, uno de los más perseguidos de la comarca en el siglo XIX.

Fuente de la Buena Aventura en la ruta del Gollizno.

Es importante que tras dejar atrás la fuente ignoréis el desvío en el que se indica la presencia de unos yacimientos arqueológicos cerca de la ruta del Gollizno, ya que se trata de una indicación algo engañosa. Se trata de un conjunto arqueológico que merece la pena ver, pero se encuentra a más de una hora y media de caminata y ese camino no es el más adecuado para llegar hasta ellos, ya que el ascenso es penoso y especialmente difícil si vais con niños.

Si os interesa conocer ese sitio es mejor que vayáis en otro momento desde la pedanía de Tózar, y así podáis disfrutar descansadamente del lugar, que se extiende por una superficie de 1.000 metros cuadrados, con dólmenes y tumbas antropomorfas excavadas en la roca. Pero en este momento, seguimos con la descripción de la ruta del Gollizno.

Puente colgante en la ruta del Gollizno.

Puente Colgante

Poco después llegamos a unos de los puntos de interés que más atrae a la gente en esta ruta del Gollizno, es el segundo puente colgante más largo que el primero (y que se mueve bastante), que nos lleva a una pasarela elevada colgada de la pared de roca.

A diferencia de otras sendas sobre pasarelas en la zona, como las del Caminito del Rey en el Desfiladero de los Gaitanes, en este caso se trata de una pasarela que no está muy elevada, es completamente segura y desciende hasta llegar al nivel del río.

Abajo, volvemos a retomar el sendero de la ruta del Gollizno, que en este tramo es realmente precioso, aunque en algunas épocas está algo enfangada y con restos de las crecidas del caudal. Esta senda nos lleva a un ascenso pronunciado por la ladera de la montaña hasta llegar al Mirador de Tózar.

Desde allí, delante de nosotros se abre una panorámica espectacular de los Tajos de la Hoz y el Barranco de Tózar. Quién no padezca de vértigo puede acercarse al borde del mirador con cuidado y tomar algunas fotos. 

Pero tenemos que ir con cuidado, todavía queda mucho por ver en la ruta del Gollizno. A lo lejos, se ve la Atalaya de Tózar, una antigua torre de vigilancia.

Fuente de Corcuela

Tras dejar atrás el mirador y seguir con la ruta del Gollizno llegamos a un área recreativa en la que se encuentra la Fuente de Corcuela. Esta fuente es especialmente conocida porque en su base se ha trazado una canalización en forma de espiral por la que el agua discurre desde el caño de la fuente hasta el desagüe.

Eso la convierte en un lugar muy apreciado para fotografiar. Aunque está canalizada, la fuente es natural, y en sus inmediaciones hay un merendero en el que podemos aprovechar para tomarnos un pequeño descanso en esta ruta del Gollizno.

Muy cerca encontramos un pequeño desvío que podemos tomar (de ida y vuelta) para ver las pinturas rupestres de Corcuela, en la parte baja del cerro del Castillo de Moclín.

Se trata de escenas de caza en estilo esquemático levantino, con figuras de entre 7 y 26 cm de alto pintadas en color rojo oscuro. Hasta ahora, esta ruta del Gollizno, está teniendo de todo, aventura, historia, zonas con agua, no se puede pedir más.

Ermita de San Antón

Volvemos a la zona de la fuente y retomamos el sendero de la ruta del Gollizno, que nos lleva entre pinares hasta la parte más alta del cerro. A nuestra izquierda vemos la Ermita de San Antón y a la derecha el pueblo de Moclín, con su castillo.

Podemos tomarnos un ratito para visitar la ermita, que es una pequeña construcción de estilo neoclásico construida a principios del siglo XVIII.

Castillo de Moclín

Después nos encaminamos hacia Moclín propiamente dicho, con parada obligada en el Castillo, que domina el cerro por el que hemos subido.

De época nazarí, se construyó a mediados del siglo XIV como puesto de vigía sobre la línea fronteriza que separaba los reinos beligerantes de Granada y Castilla. En 1486 fue conquistado por los reyes católicos, que lo siguieron utilizando. Actualmente se conserva parte de la muralla y de la torre del homenaje.

Regreso a Olivares (Moclín)

Tras ver la ermita y el castillo es recomendable dar una vuelta por el pueblo, así que callejeamos hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento, desde dónde parte la ruta de regreso. Podemos aprovechar para visitar la Iglesia del Cristo del Paño, que fue construida aprovechando la antigua mezquita nazarí, y el Pósito del Pan, un modesto edificio renacentista cercano a una de las puertas de la población.

Para los más aficionados a la historia, existe un pequeño museo de historia de la población cerca del Albergue, fácilmente localizable en cualquier mapa. Saliendo de la plaza, debemos mantenernos siempre a la derecha mientras descendemos por las callejas hasta retomar el camino Mozárabe, que recorreremos en sentido inverso hasta Olivares.

Este tramo está hormigonado y circula siempre en descenso, así que es muy cómodo de recorrer, aunque hay que ir con cuidado con las piedras sueltas, porque podéis resbalar. Por el camino os podéis detener a descansar en la Ermita de las Angustias, una pequeña capillita de piedra a un lado de la pista.

Finalmente llegamos al punto de partida, dónde recogemos el coche y damos por concluida esta ruta del Gollizno en Olivares (Moclín).

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